El castóreo es una secreción de las glándulas anales del castor, olorosa y oleosa, que el animal usa para acicalar su pelaje. Dicha sustancia era de interés en el pasado en perfumería, debido a su capacidad de fijar y dotar de matices a las fragancias, lo cual, junto con el interés de la piel del castor en peletería, provocó la explotación de dicha especie.

En perfumeria, el castóreo ha sido utilizado desde hace tiempo. Algunos perfumes clásicos lo incorporan en sus fragancias.

En la medicina se utilizaba en el siglo XVIII para tratar diferentes dolencias como dolores de cabeza, fiebre e histeria.

Los romanos creían que los vapores producidos por su quemado podían inducir el aborto. Paracelso creyó que podía ser usado como tratamiento de la epilepsia. El castóreo fue descrito por el British Pharmaceutical Codex en 1911 para su uso en la dismenorrea y las condiciones histéricas, para elevar la presión sanguínea e incrementar el ritmo cardíaco.

Uso alimenticio: En los Estados Unidos el castóreo es considerado como un aditivo alimentario reconocido como seguro por la Administración de Alimentos y Medicamentos Estadounidense. A menudo es nombrado como "sabor natural" en listas de ingredientes. Aunque es usado principalmente en comidas y bebidas como sustituto del sabor a vainilla, también es usado para aumentar el sabor y el olor de los cigarrillos.

Los apicultores medievales lo utilizaban para aumentar la producción de miel.

Más información: es.wikipedia.org