Arco geodésico de Struve. Indica la primera medición exacta de un segmento largo del meridiano terrestre.

Es una muestra extraordinaria de la colaboración científica entre sabios de distintos países, así como un ejemplo de cooperación entre varios monarcas europeos en pro del progreso científico.

De las obras que componen el Patrimonio Mundial de UNESCO, una de las más curiosas es el Arco de Struve. Consiste en una cadena de puntos geodésicos que se extienden de Hammerfest (Noruega) al norte, al Mar Negro en el sur, a través de diez países y a lo largo de 2 820 km.

La determinación de las dimensiones de nuestro planeta fue el gran reto científico de los siglos XVIII y XIX. Para ello se calculaban arcos de meridiano, líneas perfectamente orientadas con dirección norte-sur.

Entre los teóricos no había consenso, Jacques Cassini imaginaba que la Tierra tenía forma de elipsoide. Por su parte, Huygens pensaba que la Tierra estaba achatada por los polos. La teoría de la gravitación de Newton concordaba con la idea de Huygens.

Las expediciones de astrónomos a distintos lugares del planeta buscaban comparar las dimensiones de un arco de meridiano medido cerca del Polo Norte con las de otro arco medido cerca del Ecuador.

Estos trabajos marcaron un paso importante en el desarrollo de la geodesia y la topografía. Los datos hallados sirvieron para establecer el tamaño y la forma de nuestro planeta y se comprobó por vez primera que la Tierra estaba achatada por los polos.

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