En la Antigua Roma monárquica, las principales instituciones de gobierno eran tres: rey, senado y comicios curiados.

Formalmente, los comicios curiados eran una asamblea del pueblo, si bien en realidad no reunían a toda la población, sino tan solo a los "gentiles", los miembros de las gentes, es decir familias, que integraban las tribus.

Los comicios estaban formados por 30 curias, término que proviene de co-viria, es decir "unión de hombres". cada curia, a su vez, estaba formado por 10 gentes.

Los comicios curiados se reunían en el Comitium del foro romano, los convocaba el rey previa consulta a los auspicios. El rey les proponía los proyectos sobre los que los llamaba a votar. Reunida la asamblea el rey hacía la Rogatio, leía la ley, y luego le pedía el voto a los comicios según un orden al azar. Obtenido el voto de 16 curias la mitad más uno, en un mismo sentido, las demás curias no eran consultadas.

Las curias tenían funciones muy importantes: contribuían a formar el ejército, elegían a los senadores, 10 por curia para un total de 300 y tenían la facultad de declarar la guerra.

La extensión de la ciudadanía romana no supuso la ampliación de las circunscripciones por tribus, sino que los nuevos ciudadanos fueron incluidos en las ya existentes, con lo cual los comicios perdieron su eficacia al ser imposible reunir a todos los ciudadanos con derecho a voto, dispersos por toda Italia.

Más información: fundamentosclasicosdelaadministracion.blogspot.com