La cefalea en racimos está considerada por la ciencia médica como uno de los dolores más fuertes que puede sufrir un ser humano. También se la conoce como cefalea en brotes, síndrome de Horton o, más popularmente, cefalea suicida, por el significativo número de personas que antiguamente se quitaban la vida, cuando aún no existían tratamientos efectivos que calmaran el dolor.

Se caracteriza por un dolor unilateral en toda la zona recorrida por el nervio trigémino (lateral cabeza, cara y mandíbula), que es súbito, severo, punzante, e irradia hacia la sien, ojo, boca y nariz. Viene acompañado de otros síntomas como lagrimeo, secreción o taponamieto nasal, inflamación del párpado y de la zona alrededor del ojo.

La denominación "racimos" es debida a que se presenta por periodos, normalmente de uno a tres meses, y en cada periodo manifiesta crisis continuadas, que van, desde una cada varios días, hasta ocho diarias, según el paciente, incluyendo crisis nocturnas. Cada crisis dura entre 15 y 180 minutos.

Es una cefalea primaria, lo que quiere decir que no aparecen lesiones o tumores que puedan ser detectados en resonancia magnética. No están claras sus causas, pero se cree que pueda tener que ver con la compresión en algún punto del nervio trigémino, por parte de algún vaso sanguíneo, aneurisma, tumor, traumatismo, etc. que acabe dañando su vaina protectora de mielina.

Afecta tan solo a un 0,06% de la población mundial, en una prevalencia de 7 hombres por cada 3 mujeres.

Más información: cefaleaenracimos.org