En la mitología egipcia, Nefertum era el dios de la flor de loto que surgió de las aguas primigenias al principio de los tiempos, y un dios del perfume y la aromaterapia.

Fue representado como un hombre coronado con una flor de loto azul y dos altas plumas; o también con cabeza de león, como hijo de Sejmet, y tocado compuesto de una flor de loto, dos plumas y dos collares menat como símbolo de placer y fertilidad; o montado sobre un león. A veces lleva un sable curvo, como guardián de las fronteras orientales de Egipto. En ocasiones es representado como un niño sobre una flor de loto.

Se le asocia a la teología de Menfis, donde era, desde el Imperio Nuevo, el hijo de Ptah y Sejmet, con quienes formaba tríada, aunque, con frecuencia, su lugar era ocupado por Imhotep. En Buto es el hijo de Uadyet y Ra.

Su nombre significaba simplemente «El Loto», aunque para otros sería «Perfección Absoluta». También era considerado «Señor de los Perfumes» y como tal aparece en los «Textos de las Pirámides» (sec. 266), y en el «Libro de los Muertos» como «la flor de loto que está en la nariz de Ra». Fue llamado a menudo «el joven Atum».

La mitología egipcia comprende el estudio de creencias sustentadas en la religión del Antiguo Egipto desde la época predinástica hasta la imposición del cristianismo, cuando sus prácticas fueron prohibidas en tiempos de Justiniano I, en el año 535. Su desarrollo e influencia perduraron más de tres mil años, variando lógicamente a través del tiempo.

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