Un equipo de arqueólogos de las universidades de Cambridge, Oslo y Bergen, dirigido por Lars Pilo, hizo en Noruega un gran descubrimiento: 68 flechas, algunas unidas aún a su asta, además de otros objetos como zapatos, textiles y huesos de reno, de más de 4.100 años de antigüedad.

El movimiento de las placas de hielo, el deshielo y otros procesos naturales han posibilitado el descubrimiento de todos estos artefactos, proporcionando una valiosa información sobre prácticas de caza antiguas en distintos momentos de la historia.

En 2006, un excursionista descubrió tras el deshielo del llamado manchón de Langfonne un zapato de la Edad del Bronce.

En expediciones arqueológicas posteriores, entre los años 2014 y 2016, sacaron a la luz huesos de animales, sobre todo renos; el lugar fue usado por los cazadores durante milenios.

La datación por radiocarbono establece un amplio abanico temporal para ellos; se han fechado entre el Neolítico (hacia 4100 a.C.) y la Edad Media (la fecha más reciente es 1300).

El estudio ha demostrado que el hielo del manchón de Langfonne se derritió y se volvió a congelar en muchas ocasiones, lo que contribuyó al desplazamiento de las flechas y otros elementos desde su ubicación original.

Se encontró en la superficie del hielo una flecha de unos 4.000 años de antigüedad y una gran cornamenta de reno datada alrededor del año 1275; sería uno de los pocos renos que quedaron tras las grandes matanzas de la Edad del Hierro y la Edad Media.

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