El quidditch es un deporte no tradicional, inspirado en el juego que se practica en las novelas de Harry Potter, creado en 2005 en la Universidad de Middlebury, Vermont, USA. A pesar de ser un deporte joven, ya se juega en casi todo el mundo.

Mientras que en el mundo de Harry Potter los jugadores vuelan en sus escobas mágicas, en su adaptación al mundo real los jugadores portan un tubo de un metro de longitud todo el tiempo entre sus piernas.

Los equipos de quidditch son mixtos y están formados por siete jugadores: tres cazadores, dos golpeadores, un guardián y un buscador que ha de hacerse con la 'snitch', pelota de tenis metida en un calcetín y atada a la cintura de un jugador neutral vestido de amarillo, que se llama "corredor de la snitch".

Cada portería está formada por tres aros a diferente altura, y además de la snitch se utilizan otros dos tipos de balones.

El partido empieza cuando el corredor de la snitch sale del campo desapareciendo de la vista de los jugadores, y continúa hasta que la snitch es atrapada, lo que otorga 30 puntos al equipo que lo consiga, pero en el resultado final también influyen los puntos obtenidos al encestar los balones en los aros de la portería rival.

En el campeonato mundial de 2018, celebrado en Florencia, participaron 29 países pertenecientes a cuatro continentes.

El quidditch está considerado uno de los deportes pioneros en la igualdad para las mujeres y la comunidad LGBTQ.

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