La Mona Lisa no tiene pestañas ni cejas visibles, un detalle que a menudo se pasa por alto. Algunos creen que da Vinci nunca las pintó, mientras que otros piensan que se desvanecieron con el tiempo. El cuadro también está protegido por un cristal antibalas después de que un hombre le arrojara una piedra en 1956, dañando una pequeña sección cerca del codo. A pesar de su incalculable valor, fue robada en 1911 por un manitas italiano que pensó que pertenecía a Italia.

Más información: en.wikipedia.org