Entre la leyenda y la realidad a lo largo de los siglos, la ciudad de Turín ha visto añadirse a su nombre el apodo de "Ciudad del diablo". Esta ciudad se localiza en la región de Piamonte, en el noroeste de Italia, con alrededor de 1 millón de habitantes. Fue la primera capital de Italia y el hogar de la antigua familia real del país.

Por lo menos hay tres motivos por la cual recibe este apelativo: Es un nido de satanistas: durante el periodo de 1850-1870 el gobierno de Resurgimiento se mostraba tolerante con todas la formas de religión no católica o anticatólica, a las que consideraba instrumentos útiles en la lucha contra la Iglesia de Roma. Se realizaban en Turín movimientos religiosos y mágicos, marginales, espiritistas y ocultistas.

La segunda razón es porque representa el vértice no de uno, sino de dos triángulos supuestamente mágicos, el primero es más conocido y el que se forma con otras dos ciudades, Lyon y Ginebra, y es un triángulo de magia positiva blanca. El segundo triángulo tiene las puntas en Londres y Praga y es supuestamente un triángulo de magia negra, al servicio del satanismo, muchas sectas esotéricas las asumen.

La tercera razón es porque existe el Portón del Diablo, son numerosos los monumentos y los puntos de la ciudad de Turín protagonistas de extrañas leyendas exotéricas, una de estas es el portón del palacio Trucchi di Levaldigi, mejor conocido como el Portón de Diablo, se le conoce como el Palacio del Diablo y fue esculpido en 1675.

Más información: es.aleteia.org