El heliocentrismo es un modelo astronómico según el cual la Tierra y los planetas se mueven alrededor del Sol relativamente estacionario y que está en el centro del universo. Históricamente, el heliocentrismo se oponía al geocentrismo, que colocaba en el centro a la Tierra.

La idea de que la Tierra gira alrededor del Sol fue propuesta desde el siglo III a. C. por Aristarco de Samos. Aunque no recibió apoyo de otros astrónomos de la antigüedad, sí fue citado por Arquímedes en «El contador de arena».

No fue sino hasta el siglo XVI, durante el Renacimiento, cuando un modelo matemático completamente predictivo de un sistema heliocéntrico fue presentado por el matemático, astrónomo y clérigo católico polaco Nicolás Copérnico, con la publicación póstuma en 1543 del libro «De Revolutionibus Orbium Coelestium». Copérnico pasó cerca de veinticinco años trabajando en el desarrollo de su modelo heliocéntrico del universo. Esto marcó el inicio de lo que se conoce en Historia de la ciencia como «revolución copernicana».

Copérnico está considerado como el precursor de la astronomía moderna, aportando las bases que permitieron a Newton y otros científicos, culminar la revolución astronómica, cambiando la mirada del cosmos que había prevalecido hasta entonces.

En el siglo siguiente, Johannes Kepler extendió el modelo heliocéntrico para incluir órbitas elípticas. Su trabajo se apoyó en observaciones hechas con un telescopio que fueron presentadas por Galileo Galilei.

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