El diseño escandinavo es conocido por su estilo minimalista que siempre se las arregla para que se vea acogedor. Por ejemplo, una sala de estar que cuenta con muebles sencillos, de líneas limpias y tonos grises apagados, fácilmente pueden resultar frío y poco atractivo. Pero con una fotografía llamativa y una acogedora mezcla de texturas, como una alfombra de piel de oveja le puede dar el toque que necesita para resultar acogedor.

También son conocidas sus paletas de colores minimalistas, acentos acogedores y muebles modernos y llamativos. Los diseños a menudo juegan con la luz natural. Algo que es muy habitual en los países nórdicos. Incluso en las estancias de nueva construcción, el mobiliario moderno y minimalista es la clave.

Cuando se utiliza el color en los interiores escandinavos, a menudo es en pequeñas ráfagas o tonos brillantes, casi como en un estilo de galería. Por ejemplo, en una sala de estar luminosa, una base neutra cobra vida con alfombras y tonalidades azules y moradas, mientras que diversas obras de arte proporcionan una fuerte explosión de color.

No obstante, los tonos cálidos de madera y los tonos sepia son populares en el diseño interior escandinavo, ya que son una forma de hacer que una habitación se sienta soleada y luminosa sin usar ningún color brillante. Los blancos apagados, sepias y tonos de madera trabajan juntos para crear un espacio acogedor y silencioso.

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