El síndrome de Hubris, tambien referido como "la enfermedad del poder", es una patología que lleva a perder la perspectiva de la realidad.

La hibris o hybris es un concepto griego que puede traducirse como "desmesura" y que en la actualidad alude a un orgullo o confianza en sí mismo muy exagerada, especialmente cuando se ostenta poder.

Según el neurólogo David Owen, suele manifestarse en los políticos después de un tiempo en el gobierno: uno de sus primeros síntomas es que el político se cree elegido para guiar los pasos de un pueblo.

Hasta las personas más humildes y honradas, tras un tiempo en el poder, pueden quedar a merced del "virus" del Hubris.

Se trata de un trastorno de personalidad transitorio, que tiene síntomas psiquiátricos pero más bien es observable desde lo sociológico dado que se relaciona con el momento que se esté viviendo y suele revertirse cuando la persona abandona los ámbitos de poder.

Un par de ejemplos históricos de gobernantes que evidenciaron este síndrome:

Marco Antonio Casiano,emperador romano, se enfrentó con las facciones críticas del Senado expresando.: «Sé que no os gusta lo que hago, pero por eso poseo armas y soldados, para no tener que preocuparme de lo que penséis de mí».

El general y presidente de México Antonio López de Santa Anna, autocalificado como «el nuevo Napoleón», hizo enterrar su pierna amputada con honores de funeral de Estado.

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