Conocemos a Newton por ser un astrónomo y físico renombrado que transformó la física, las matemáticas y la astronomía, formulando la ley de gravitación universal y las tres leyes de la dinámica, inercia, interacción y acción-reacción que llevan su nombre.

Pero asimismo, al no establecer nuestra actual distinción entre las ciencias naturales y el racionalismo por un lado, y la teología, el misticismo y la fe por otro, estudiaba apasionadamente la Biblia, convencido de que en los textos sagrados se ocultan las soluciones de todos los secretos del Universo.

Newton era un científico que basaba sus conocimientos en la experiencia, es también sabido que realizó varios estudios sobre supersticiones y asuntos sobrenaturales; profundamente religioso toda su vida, era arrianista​ y creía en un único Dios. Acusó a la Iglesia católica de ser la bestia del Apocalipsis. Relacionó sus estudios teológicos con los alquímicos y creía que Moisés había sido un alquimista.

En una carta expuesta en Jerusalén se muestra como Newton predice que el mundo terminará en el año 2060. Para llegar a sus conclusiones utiliza pasajes de la Biblia, algo muy extraño e incomprensible en alguien racionalista y contrario a la Iglesia como él.

Para llegar a sus conclusiones utiliza el Libro de Daniel, del Antiguo Testamento. Y dice que el mundo terminará 1260 años después de fundado el Imperio Romano en Europa, en el año 800 d. de C.

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