La voz "Pala Pala" (que significa "cuervo" en quichua), con que se inicia el texto y que le da nombre a la danza, ha dado motivo para que el significado de ésta se interpretara de muy diversa manera, originando formas mímicas en el baile.

Se ha querido ver en ella una pantomima en que el cuervo persigue a su presa (una dulce paloma), hasta que logra atraparla y extraerle las vísceras, representadas por uno o dos pañuelos rojos, ya sea con la mano, con los dientes o bien la representación de una lucha entre dos cuervos que se disputan la presa.

Una versión indica que a medida que el canto va nombrando a los diversos animales (cuervo, sapo, lagartija, etc.), los danzantes imitan sus movimientos.

Es una danza del Noroeste argentino (más precisamente de las provincias de Tucumán y Santiago del Estero). En dicha danza los bailarines portan máscaras que representan animales autóctonos.

Don Andrés Chazarreta, gran tradicionalista santiagueño, fue el primero que recogió este baile y la publicó en 1923 en su "Tercer Álbum Musical Santiagueño".

En naciones que poseen danzas de animales con argumento semejante al pala-pala, en el Ártico existe una danza representando la caza del pájaro, que al ser cazado se convierte en una hermosa mujer.

En Baviera, aún hoy se danza la schuhplatter, en la que el hombre imita al halcón y la mujer a la golondrina. En Perú, se encuentra el gallinazo, danza de una pareja que imita con pañuelos el aletear de esta especie de buitre.

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