Una marcha fúnebre es una marcha por lo general en un tono menor, en una senza misura lenta, imitando el ritmo solemne de una procesión fúnebre. Algunas marchas a menudo se consideran adecuadas para su uso durante los funerales y en otras ocasiones sombrías, siendo la más conocida la de Frédéric Chopin.

Chopin murió a los 39 años en París, ciudad en la que pasó una gran parte de su vida. En el funeral celebrado en la iglesia de la Magdalena de esta ciudad, fue enterrado en el cementerio del Père Lachaise, a los sones de la Marcha fúnebre que él mismo había compuesto.

Nació el 1 de marzo de 1810, fue un profesor, compositor y virtuoso pianista polaco, considerado uno de los más importantes de la historia y uno de los mayores representantes del Romanticismo musical.

Se inició en el estudio del piano a los 4 años y a los 8 ya ofrecía un concierto privado en Varsovia. Con 12 años, Chopin ya había actuado en los salones de muchos aristócratas polacos y creado composiciones originales.

Todas sus composiciones son para piano. Aunque expatriado, siempre fue leal a su país desgarrado por las guerras, sus mazurcas reflejan los ritmos y melodías del folclore polaco.

Su música se caracteriza por las dulces y originales melodías, las refinadas armonías, los ritmos delicados y la belleza poética. Frédéric Chopin elevó la mazurca (escribió 60) y la polonesa (13) a la categoría de música de concierto. Las fuentes del compositor fueron su propia vida y la trágica historia de su país.

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