En nuestro Sistema Solar existe un asteroide con tantos cráteres que lo han llamado el “asteroide pelota de golf”. Su nombre es Pallas, en honor a la diosa griega de la sabiduría, y fue descubierto por primera vez en 1802.

Pallas es el tercer objeto más grande en el cinturón de asteroides, y es aproximadamente un séptimo del tamaño de la luna.

Durante siglos, los astrónomos han notado que la trayectoria de Pallas a través del espacio es extraña si se la compara con las del resto de los objetos que le acompañan.

De hecho, entra y sale continuamente del cinturón principal, y su órbita está muy sesgada en comparación con el resto de rocas y planetas del Sistema Solar.

A diferencia de ellos, que orbitan en un mismo plano (llamado eclíptica) Pallas se desliza a menudo tanto por encima como por debajo de ese plano, al igual que los autos en una pista de carreras, tiene que abrirse paso a través del cinturón de asteroides en ángulo, y viene seguido de una auténtica colección de pequeños objetos que lo acompañan a todas partes.

Con sus 512 km de diámetro, Pallas es el tercer objeto más grande del cinturón de asteroides, el gran anillo de rocas entre Marte y Júpiter, y supone, él solo, cerca del 7% de la masa total de la región.

Se trata del segundo asteroide descubierto por el hombre. Fue en 1802, y Heinrich Wilhelm Matthäus Olbers , el astrónomo alemán que primero lo vio, lo clasificó como planeta.

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