El vinagre es un producto que siempre utilizamos y al que le damos mil usos, también se le conoce como ácido acético y ácido etanoico.

La palabra vinagre tiene su origen en el latín: ‘vinum’ que significa vino y ‘acre’ que quiere decir agrio, aunque, posteriormente, en francés antiguo derivó a ‘aigre’ que tenía el significado de intenso, algo así como vino intenso.

El ácido acético se encuentra en el vinagre y es el que le proporciona ese sabor y olor agrio.

El origen del vinagre está unido al del vino hace unos cuantos miles de años, alrededor del 5000 a.C, el vinagre se obtenía de la fermentación alcohólica del vino. Más adelante se empezó a elaborar vinagres de sustancias fermentables de algunas frutas como las manzanas o los higos. El vinagre pasó de una cultura a otra y el uso de este producto se extendió por todo el mundo.

Son varios los usos que se le dan y los beneficios que nos aporta. Ya en el 400 a.C Hipócrates lo usaba como antibiótico natural y para limpiar las heridas. El vinagre es un potente antimicrobiano que se ha utilizado para limpiar y desinfectar, para ayudar con el acné y para las verrugas e infecciones del oído. También se utiliza como conservante de alimentos. Además ayuda a reducir el azúcar en sangre y puede ayudar a perder peso, porque con comidas abundantes en carbohidratos, produce una sensación de saciedad que provoca que tus ingestas en carbohidratos sean menores, además de que el vinagre no contiene grasas ni calorías.

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