El manuscrito de Voynich, de 700 años de antigüedad, está escrito en un lenguaje que hasta ahora nadie ha podido descifrar.

Su nombre se debe al especialista en libros antiguos, Wilfred M. Voynich, de nacionalidad italiana quien lo adquirió en 1912.

Fue escrito, según pruebas con carbono catorce, entre 1404 y 1438, en un idioma desconocido y con un alfabeto que nadie había visto nunca. Representa plantas y hierbas que no existen en ninguna parte del mundo.

Este libro medieval anónimo tiene desconcertados a lingüistas y criptógrafos de todo el mundo. Desde que se descubrió, los intentos por descifrarlos han sido contínuos pero ni con inteligencia artificial se ha podido identificar su escritura.

Se le conoce como el libro que nadie ha podido leer.

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