Los bigotes de los gatos son bonitos, pero, de hecho, su función es muy importante. Un gato sin sus bigotes sería incapaz y hasta tener un comportamiento inadecuado. Al final de sus bigotes los gatos tienen un órgano que trabaja como un sensor y envía señales táctiles al cerebro. Ellos ayudan al sistema nervioso a trabajar de manera adecuada. Se denomina propioceptor. La principal función de este órgano, es ayudarlos a orientarse, controlar cada parte de su cuerpo en el espacio y hasta medir la distancia entre un gato y algún objeto, por ejemplo, la presa. Los bigotes de los gatos son altamente sensibles y sienten cada pequeño cambio en el entorno, ellos incluso pueden sentir la más mínima vibración en el aire. Por cierto, los bigotes de los gatos también pueden trabajar como órganos táctiles ayudando a los gatos a "tocar" los objetos a su alrededor e identificar su forma y calidad.

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