El bandido o demonio de la Patagonia, como así lo llamaban, mataba caballos porque su plato preferido era la lengua de ese animal. Cuando los indígenas o los hacendados veían un animal muerto sin lengua sabían que Brunel andaba por allí.

Algunos dicen que llegó a Argentina desde Uruguay, otros ubican su origen en Chile, lo cierto es que entre Argentina y Chile realizaba sus andanzas.

No se sabe la fecha de su nacimiento, se cree que por 1888 apareció por Punta Arenas, allí están sus primeros registros.

Era hijo de padre italiano y madre inglesa. Fue un bandido que robaba animales en las haciendas, pero nunca se confirmó que vendió alguno.

Cuenta la leyenda que le gustaba hacer bromas para que los hacendados sufrieran, algunos dicen que les robaba animales a los ricos y dejaba en los ranchos humildes. Fue acusado de matar a un hombre por una mujer, pero solo lo había apuñalado. Fue prófugo de la justicia durante toda su vida. Pasó por varias cárceles de Argentina y llegó a contar que los comisarios lo mandaban a robar animales para el asado.

En una oportunidad se llevó a una china (paisana de la patagonia) al monte y luego de varios días la devolvió, la china jamás contó por simpatía lo que había vivido con el.

Luego de pagar su condena se fue a un rancho que compró en Resistencia, Chaco, donde terminó sus días rodeado de gente que lo apreciaba y ayudaba.

Más información: narrativabreve.com