Abebe Bikila, de nacionalidad etíope, participó de los Juegos Olímpicos de Roma en 1960. Esos juegos eran auspiciados por la marca de indumentaria deportiva alemana Adidas que proveía sus productos a los participantes.

Cuando el maratonista Bikila fue a buscar su calzado para la competencia descubrió que ningún par de zapatillas le resultaban cómodas debido al gran tamaño de sus pies. Lejos de amedrentarse, el etíope tomó la sorprendente decisión de participar descalzo de la maratón.

El atleta llegó a los juegos por casualidad debido a la lesión de un compañero. Con este antecedente y sin usar calzado, no solo recorrió los 42 kilómetros y 195 metros de las empedradas calles romanas sino que ganó y estableció el récord mundial para esta prueba atlética.

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