El verano y el aumento de las temperaturas es la época propicia para que aparezcan los molestos mosquitos.

La razón principal por la que pican los mosquitos es la necesidad de ingerir proteínas y otros nutrientes de la sangre de las personas para finalizar la formación de sus huevos.

La que pica en todos los casos es la hembra, atraída por el sudor ya que, a través de él, las personas eliminan ácido láctico, amoniaco y otros compuestos químicos que resultan atrayentes para estos insectos.

Los mosquitos no nos pican para alimentarse, en realidad de lo que se alimentan es del néctar de las flores.

La respuesta está precisamente en los compuestos químicos que eliminamos a través de la piel. Todas las especies de mosquitos se ven atraídas por el olor corporal. Cuanto más intenso sea el olor, más posibilidades tenemos de que nos piquen.

Los mosquitos tienen sus sistemas olfatorios en las antenas. Estos sistemas son los encargados de oler estos compuestos, por lo que el mosquito se sentirá tentado a picar. Y al tener un sentido del olfato muy desarrollado, su acción de picar se intensifica.

Las personas que consumen alcohol de forma periódica eliminan ciertas sustancias bioquímicas a través del sudor que también son muy atrayentes para los mosquitos. Las personas que poseen determinados grupos sanguíneos también pueden recibir con mayor frecuencia la visita de los mosquitos. Los más atrayentes para ellos son el grupo 0, grupo B negativo y grupo A.

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