En 1968, un grupo de mujeres organizaron una huelga contra la discriminación de género, exigiendo un salario equitativo al de los hombres. La huelga paralizó la planta Ford en Dagenham.

Con 55.000 operarios hombres y sólo 187 mujeres, enfrentaron las injusticias y desigualdades que vivían.

Las “maquinistas de costura”, puestos para mujeres, estaba calificado como Grado A ó de "Habilidades Mínimas”, con salario mucho menor al de los varones, no podían aspirar a labores calificadas como grado B de menor capacidad, ni grado C que requerían destrezas especializadas, reservadas para varones, se asumía que las mujeres no podían realizar estas labores, siendo simplemente mujeres.

Su representante ante el sindicato era un hombre, pero al ver que sus demandas no eran escuchadas, eligen a Rita O'Grady.

¡Queremos respeto! ¡Igualdad salarial o nada! así se inició la huelga que duró tres semanas.

Ante el Sindicato Rita les dice: “Estamos juntos en esto, hombres y mujeres. No estamos divididos por sexo. Sino por aquellos que están dispuestos a aceptar la injusticia”. “No es un privilegio el que las mujeres podamos aspirar a tener los mismos derechos que los hombres, es una cuestión de principios y justicia”. Los obreros plegaron al paro.

Las mujeres llegaron a un acuerdo con Ford, se las acercaba un 92% al salario de sus pares varones, mas continuaron con sus reclamos. Los diarios titulaban, “las mujeres de Ford siguen peleando”. Finalmente se firmó Ley de Pago igualitario de 1970.

Más información: derrocandoaroca.com