Los abejorros están llenos de recursos: cuando el polen escasea y las plantas cercanas al nido aún no han florecido, los obreros saben un modo de forzar la floración. Que sepamos, ningún otro insecto ha mostrado antes este nivel de habilidad cognitiva.

Una investigación recién publicada en Science revela que estimulan la floración perforando el follaje, de modo que esta se anticipa un promedio unos 30 días. Por ahora no está claro el origen de la argucia y por qué el vegetal responde de ese modo a la agresión, pero los descubridores subrayan lo notable de este comportamiento inédito en un insecto tan familiar.

Este es uno de esos escasos estudios que dan a conocer un fenómeno natural desconocido que suscita todo tipo de interrogantes y de especulaciones acerca de lo extendido del comportamiento y del porqué.

Una de las autoras del estudio, afirma que ella y sus colaboradores estaban observando una especie de abejorro en un experimento de laboratorio cuando casualmente se percataron de que los insectos estaban dañando las hojas de las plantas y se preguntaron el porqué. Al principio, quisieron ver si se estaban alimentando de los fragmentos de la hoja o se los llevaban al nido. Y como estudios precedentes habían demostrado que el estrés puede inducir la floración, se preguntaron entonces si los abejorros estarían haciendo florecer las plantas a voluntad, lo que se confirmó totalmente.

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