En sus más de 300 años de historia, el Puente Glienicke consiguió ganar la atención mundial sólo durante la Guerra Fría. Dividió la parte occidental de Berlín de Potsdam, la capital del estado de Brandeburgo, que quedó dentro del territorio de la República Democrática Alemana (RDA). En al menos tres ocasiones, el puente se convirtió en el escenario de intercambio de espías presos entre la República Federal Alemana y la RDA. Por ello, la prensa lo rebautizó como el «puente de los espías».

El último intercambio fue también el más público. El 11 de febrero de 1986 el activista de los derechos humanos y prisionero político Anatoly Sharansky ("Natan Shcharansky"), junto con tres agentes occidentales, fue intercambiados por Karl Koecher, un espía checoslovaco que logró infiltrarse en la CIA estadounidense y otros cuatro agentes orientales.

El puente Glienicke, por ser un lugar de intercambio de prisioneros, ha aparecido con frecuencia en ficción, en concreto:

- En la novela de John le Carré Smiley's People y las miniseries relacionadas de la BBC.

- En la película de 1966 de Harry Palmer, Funeral en Berlín, basada en la novela homónima de Len Deighton.

- En la película de 2015 de Steven Spielberg, El puente de los espías, basada en la detención del espía ruso Rudolf Abel en 1957.

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