La luz contiene todos los colores aunque la veamos blanca, si la pasamos por un prisma (un cristal), quedan separados todos los colores y vemos lo que llamamos el "arcoíris".

La vista humana sólo tiene capacidad para ver un tipo de luz en concreto. Por lo tanto, distinguimos entre la luz "visible" para los seres humanos y la luz "no visible" a nuestros ojos.

La luz viaja en ondas. Parte de la luz viaja en ondas breves y cortas; y, otra parte lo hace en ondas largas y de larga duración. De todas las ondas, aquellas que son azules son las más cortas. Mucho más que las rojas, amarillas, naranjas o verdes.

La luz viaja en ondas y en línea recta, es decir, en ondas pero siguiendo siempre una misma dirección. Sólo cambia de dirección si se encuentra con un objeto que obstruya su paso.

Una vez que la luz del sol llega a la atmósfera terrestre se dispersa en todas direcciones al encontrarse con los gases y las partículas que se encuentran en el aire. La luz azul se esparce más que el resto de los colores porque viaja en ondas más cortas, más pequeñas. Este es el motivo por el cual casi siempre vemos el cielo de color azul.

El cielo de marte es de color rojizo o anaranjado en tanto que tiene una atmósfera muy delgada hecha principalmente de dióxido de carbono y llena de partículas finas de polvo. Cuando el sol se pone, el cielo de marte empezaría a adquirir un color más grisáceo, justo al contrario que en la tierra que adquiere un color rojo o anaranjado.

Más información: spaceplace.nasa.gov