La cochinilla es un insecto hemíptero parásito de plantas perteneciente a la familia Dactylopidae, cuyo huésped son los nopales o tunas. Se le conoce también con el nombre cochinilla del carmín, grana cochinilla, y otros.

De la grana cochinilla se obtiene un extracto de color rojo natural o carmesí, que al ser mezclado con ácidos (como el jugo de limón) da otros tonos de rojo, pero al combinarse con los alcalinos cambia a morado. En México se ha usado con gran importancia dentro del ámbito prehispánico y colonial. En la cultura prehispánica, la grana era sumamente cotizada por los pobladores y se utilizaba para teñir objetos diversos: alimentos, plumas, madera, textiles, algodón, piedras, tajes, viviendas, y se usaba también como tintas para códices. El extracto de cochinilla probablemente es el colorante natural con mejores características tecnológicas, pero se utiliza cada vez menos debido a su alto precio. Este colorante se conoció en Europa a partir del siglo XVI.

Sus aplicaciones son diversas, un ejemplo es la industria de alimentos: mermelada, yogur, helados y bebidas con un color rojo muy agradable; también ofrece perspectivas de aprovechamiento en la industria cosmética, textil y farmacéutica.

Existen antecedentes del uso de la cochinilla para teñir los tejidos de la cultura Paracas, que habitaba la costa del actual Perú hace unos 2.000 años. Perú es, hasta la fecha, el primer productor y exportador de cochinilla del mundo.

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