Por lo general, las tortugas marinas viven una vida solitaria. No son territoriales por lo que es común que se superpongan en un mismo hábitat. Generalmente el único momento en que se encuentran en grupo es durante la migración y apareamiento. Incluso las nuevas crías, que hacen su camino hacia el agua vivirán solas hasta que sean lo suficientemente maduras para el proceso de apareamiento.

Las tortugas marinas pasan casi todo su tiempo en el agua, pues sus cuerpos están diseñados para moverse ágilmente en ese medio. Cuando las hembras van a tierra para anidar sus huevos, pueden ser muy lentas y les resulta difícil. Sus cuerpos no están diseñados para este proceso, aunque son fascinantes de ver. Son muy decididas a llegar a la zona de nidación, depositan sus huevos excavando en la arena y/o tierra para depositarlos. Una sola tortuga puede poner cientos de huevos de una sola vez y vuelven al agua. En general todo esto sucede en dos o tres horas.

Una vez que el desove se ha completado, la hembra los cubre con arena y/o tierra y nunca vuelve a al nido. Los huevos y las crías resultantes tienen que valerse por sí mismos y buscar el agua al salir. Por lo cual nunca tienen contacto y/o conocen a su madre.

Más información: www.tortugamarinapedia.com