Los incendios forestales de 2019 en la selva amazónica son una serie de incendios que han afectado principalmente la región de la amazonia legal de Brasil y otras partes del bioma amazónico, como Bolivia y Perú, así como a zonas de otros biomas no amazónicos (bosque tropical húmedo en Paraguay y Argentina) desde la primera semana de enero hasta la primera semana de septiembre de 2019.

Estos incendios, comparados con las cifras de incendios anteriores del mismo periodo de año, muestran un pico alarmante de incendios en la selva amazónica desde 2010.

El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) informó por primera vez sobre el aumento de las tasas de incendios en junio y julio de 2019 mediante sistemas de vigilancia por satélite, pero la atención internacional se centró en la situación en agosto de 2019, cuando la NASA corroboró los hallazgos del INPE.

Desde el 1 enero hasta el 1 de septiembre de 2019, el INPE ha reportado 91.893 incendios en todo Brasil, lo que representa un aumento interanual del 67 %.​

Estos incendios ocurren en temporadas de sequía, donde la tala y quema de árboles busca la obtención de recursos naturales para la industria maderera, además del despeje del bosque para dar paso a actividades de ganadería, agricultura y explotación minera. La remoción del bosque para dar paso a la ganadería fue la principal causa de deforestación en la Amazonia Brasileña desde mediados de la década de 1960.

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