La afirmación es falsa, ya que la integración no es lo mismo que inclusión. Por ejemplo, se puede integrar una comunidad judía a formar parte de una sociedad japonesa, pero dicha integración no implica la inclusión de los mismos derechos que los nativos de Japón. Solo en caso de inclusión podrían gozar de los mismos derechos y obligaciones que el resto de la población nacida en ese país. Por dar otro ejemplo, se puede incluir un sector social empobrecido a que acceda a la misma educación que los sectores más ricos, o se los puede integrar a sectores educativos que solo presten servicios a la población más empobrecida.

Integrar no es lo mismo que incluir.

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