La monumental escultura que Pablo Picasso creó para Chicago en 1967 , se ha convertido hoy en un icono de una ciudad que en su momento la recibió con incomprensión y hasta rechazo según las crónicas de la época.

Controvertida desde su inicio, la escultura ha sido un enigma para los habitantes de Chicago y los miles de turistas que acuden a diario a la plaza Daley para admirarla y tomarse "selfies".

Unos piensan que representa a una mujer, otros que es un babuino. En su momento, el exalcalde Daley la calificó de "las alas de la justicia", mientras el diario Chicago Tribune la llamó "un saltamontes depredador".

La escultura cubista mide 15,25 metros de alto y pesa casi 150 toneladas, lo que la convierte en la mayor obra de Pablo Picasso para espacios públicos de toda América, según el Departamento de Asuntos Culturales y Eventos Especiales de Chicago.

En 1963 Chicago había solicitado a Picasso la ejecución de una escultura para la ciudad, ofreciéndole un pago de 100 000 dólares. Picasso aceptó llevar a cabo la obra pero rechazó el dinero.

Habitualmente se refieren a la escultura como "El Picasso de Chicago" (The Chicago Picasso).

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