Situada en la costa este del Cuerno de África en la región de Benadir, al sur del país, Mogadiscio es la capital de Somalia. Cercana al ecuador, la zona se caracteriza por sus frecuentes sequías y las altas temperaturas en verano. En 2015 tenía una población de unos 2 120 000 habitantes.

La ciudad fue fundada en el siglo X a manos de un grupo de comerciantes y mercaderes árabes y persas. Mogadiscio se convirtió de esta manera en uno de los primeros asentamientos árabes de la costa oriental africana y ya en el siglo XIII despuntaba gracias a su dominio portuario, responsable de un próspero comercio.

Está situada en la costa del océano Índico. Su nombre procede del persa y significa en árabe “lugar sagrado”. Las dos lenguas oficiales son el somalí y el árabe. También se habla el swahili y el italiano.

Tras la independencia de Somalia en 1960, Somaliliandia y la Somalia italiana se unen formando la República de Somalia con Mogadiscio como capital de ambos territorios.

Hasta los 90, la belleza de sus construcciones, mezcla de la arquitectura árabe e influencias italianas, rodeada por asombrosas playas de fina arena blanca, dieron a conocer la ciudad de Mogadiscio como “La Perla del Índico”: un auténtico paraíso turístico.

Una ciudad que cuesta reconocer desde que en 1991 estalló la guerra en Somalia, dejando su capital convertida en polvo, agujeros de bala y cenizas. Tanto Mogadiscio como el país están divididos en zonas de influencias dirigidas por clanes.

Más información: es.wikipedia.org