En el Nuevo Testamento están 1° y 2° Corintios, pero en la primera carta encontramos esta frase: “Al escribiros en mi carta que no os relacionarais con los impuros [...]” (1Co. 5, 9-13) Pablo deja claro que hubo una carta anterior que no llegó a nuestros días. En Colosenses 4:16 16 dice : " Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros." por lo que se entiende que existió una carta a esta iglesia que no tenemos.

Cabe aclarar que si bien existen unas supuestas cartas de 3° Corintios y la Epístola a los Laodicences, éstas son apócrifas ya que no fueron escritas por Pablo y son muy posteriores a su muerte. Es probable que se hayan escrito con la intención de completar la falta de las verdaderas que ya estaban perdidas en ese momento pero que se sabía que habían existido.

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