Los primeros tiempos de la historia republicana están indudablemente asociados a la figura del general José Joaquín Prieto. Su llegada no solo significó la estabilidad política para Chile, sino que también fue el origen y consolidación del nuevo sistema de gobierno, conocido como "régimen conservador", que perduró en el poder por varias décadas. Fue presidente entre 1831 y 1836, siendo reelegido para el período inmediatamente siguiente entre 1836 y 1841.

Su objetivo principal en tomar el poder por primera vez fue restaurar la ley y el orden; para ello se apoyó en Diego Portales, quien sigue siendo el ministro casi universal y proporcionó la estabilidad política necesaria para que el país se recuperara de la década de anarquía.

El 25 de mayo de 1833 se aprobó una nueva constitución que, con algunas enmiendas, sería válida hasta 1925. Establecía un mandato de cinco años para el presidente, que sólo puede ser reelegido una vez. El presidente recibió mucha autoridad.

Durante su presidencia de 10 años, Prieto expandió el poder gubernamental y sentó las bases para una administración pública en Chile, y se fundaron los primeros establecimientos educativos como el Instituto Nacional.

Tras el fin de su mandato presidencial, fue elegido senador y poco después, fue nombrado intendente de Valparaíso, cargo que mantuvo hasta 1846. A partir de ese momento se retiró de la vida pública. Murió en Santiago, el 22 de noviembre de 1854, a la edad de sesenta y ocho años.

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