El índice de explosividad volcánica es un indicador general del carácter explosivo de una erupción volcánica para dar una medida o estimación de su magnitud, densidad, destructividad, poder dispersivo y violencia.

Comprende valores de 0 a 8, siendo "0" una erupción débil (una simple salida de gases) y "8" en caso de una erupción ultra pliniana o altamente explosiva, cuyo impacto es planetario como la del Tambora en 1815. Cada aumento del grado de la escala representa un incremento de aproximadamente 10 veces la explosividad de un volcán.

En el IEV están considerados: El volumen total de los productos expulsados por el volcán (lava, piroclastos y ceniza volcánica), la altura que alcanza la nube en la atmósfera, la duración de la erupción, la inyección de productos hacia la tropósfera y estratósfera, y otros factores del nivel de explosividad.

Fue desarrollado en 1982 por los vulcanólogos Christopher G. Newhall, del USGS o Servicio Geológico de los EEUU, y Steve Self investigador de la Universidad de Hawái. Es una escala abierta o sea que pueden agregarse grados al final si fuere el caso

La explosividad de una erupción depende del estado del sistema volcánico en el momento, en interacción con diversos factores que lo afectan. Sin embargo, analizando los registros eruptivos de un volcán se pueden estimar sus tendencias, capacidad explosiva y su estado aproximado.

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