En radioastronomía, una ráfaga rápida de radio (FRB: fast radio burst) es un fenómeno astrofísico de gran energía de origen desconocido que se manifiesta como un pulso de radio fugaz que dura en promedio unos pocos milisegundos.

Durante años, estas misteriosas ráfagas procedentes de miles de millones de años luz de distancia han dejado sin habla a los científicos en la Tierra. Con una duración de tan solo unas milésimas de segundo, aparecen aleatoriamente en el cielo y se detectan con frecuencia escondidas entre compilaciones de datos meses o años después de haber alcanzado la Tierra. Los científicos no han sido capaces de descubrir qué son esos estallidos centelleantes, sugiriendo diferentes causas como agujeros negros que se evaporan, objetos de gran densidad que colisionan o resplandores de estrellas muertas, entre otros culpables.

El 28 de abril de 2020 los científicos han logrado rastrear una ráfaga muy corta y muy brillante de ondas de radio hasta un tipo de estrella muerta altamente magnetizada, conocida como magnetar. Fue designada como SGR 1935 + 2154.

Está a unos 30.000 años luz de distancia, lo cual es interesante porque hasta ahora todas las detecciones anteriores de este tipo de ráfagas procedían de fuera de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Más información: www.nationalgeographic.es