El 1 de diciembre de 1948, el entonces Presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República, don José Figueres Ferrer en un acto emotivo y simbólico en el Cuartel Bellavista en San José dio por abolido el Ejército Costarricense.

Esto posterior a haber triunfado en la Guerra Civil de ese mismo año que le permitió acceder al poder al comandar la Junta Fundadora de la Segunda República.

La eliminación del ejército fue incorporada posteriormente en la constitución de 1949, la cual se encuentra vigente hasta el día de hoy.

El no tener ejército ha permitido utilizar los presupuestos antes asignados a la institución castrense al desarrollo del aparato educativo principalmente. Por eso los costarricenses dicen que "nuestro ejército son nuestros profesores y estudiantes".

La abolición del ejército se ha incrustado en el alma del ser costarricense, un pueblo pacífico preocupado principalmente por el desarrollo, por afianzar la educación y vigilante de los derechos humanos en el continente americano.

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