Holi es un festival de origen religioso que se celebra principalmente en la India y otros países en los que habitan grandes comunidades Hindúes como en Nepal, Sri Lanka, Malasia, Sudáfrica o Reino Unido. En la actualidad aunque tiene sus raíces en la antigua fiesta hindú, también se ha vuelto muy popular entre quienes no practican esta religión. El evento se conoce también como el Festival de Primavera o el Festival de los Colores, ya que celebra el final de la estación invernal en la última luna llena del mes, que normalmente coincide con finales de febrero o principios de marzo.

Cada año, la noche anterior a la celebración de Holi, se realizan numerosas hogueras que simbolizan la victoria del bien sobre el mal. Como parte del ritual, los ciudadanos se deshacen de las cosas viejas que quieren dejar atrás para dejar espacio a lo nuevo y a todo lo bueno que está por llegar. Al día siguiente, conocido como Dhulhendi, tiene lugar una explosión de color en una celebración caóticamente vistosa en la que la ciudad y sus habitantes se tiñen con polvos de colores llamativos.

El segundo país más poblado del mundo se paraliza por completo ante esta festividad. De hecho parece que hasta las enormes brechas sociales desaparecen, ya que hombres y mujeres, ricos y pobres, se unen para celebrar. No importan ni la casta, ni las deudas, se celebra la vida, se pide perdón y se perdona.

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