Una de las enseñanzas más fundamentales del budismo es la de las “cuatro nobles verdades”. La formulación clásica de esta doctrina es:

1- La vida es sufrimiento

2- El origen del sufrimiento es el anhelo (o deseo)

3- El cese del anhelo conlleva el cese del sufrimiento

4- El camino que conduce al cese del sufrimiento es el noble óctuple sendero (comprensión, intención, palabra, acción, sustento, esfuerzo, atención y concentración adecuadas/correctas).

Las distintas tradiciones budistas otorgan un puesto central a las cuatro nobles verdades en el sentido en que ellas representan la iluminación misma o Despertar (bodhi) del Buda Gotama, el iniciador o fundador del budismo. Como lo resume Jean Boisselier, el conocimiento de las cuatro nobles verdades es lo que convirtió al príncipe Siddharta Gautama en el Buda, el Despierto.

Las Cuatro Nobles Verdades expresan la orientación básica del budismo refiriéndose a que codiciamos y nos inclinamos a apegarnos a estados pasajeros y cosas que son incapaces de satisfacernos y son dolorosas («dukkha»). Este afán nos mantiene en «samsara», el ciclo sin final de repetido renacer y morir y el dukkha que ello conlleva.

Hay, sin embargo, una forma de finalizar con este ciclo, llegando al Nirvana (espiritualidad), donde termina el apego y donde el renacimiento y el dukkha no reaparece. Esto es posible lograrlo siguiendo el Noble camino óctuple, restringiendo nuestras adherencias, cultivando la disciplina y practicando la meditación.

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