La Revolución de los Cedros fue una cadena de manifestaciones en el Líbano, especialmente en la capital, Beirut, desencadenada por el asesinato del ex primer ministro libanés, Rafik Hariri, en 2005. En el mundo árabe se conoce como Intifiada de la Independencia.

El movimiento popular fue notable por su rechazo de la violencia, su enfoque pacífico y su total dependencia de los métodos de resistencia civil.

Alrededor de un millón de hombres y mujeres expresaban de ese modo el cansancio que la ocupación siria provocaba en Líbano. Fueron los jóvenes los que iniciaron las protestas tomando las calles de la capital y otras ciudades como Trípoli. En seguida los secundaron ciudadanos de más edad, cientos de miles, gente de diferentes religiones, origen, visiones políticas. Les unió la voluntad de vivir con dignidad en el país y no abandonarlo. La generación más joven se dio cuenta de que los partidos y sectas políticas nunca les trajeron nada bueno.

En Líbano, que sufrió una cruenta guerra civil entre 1975 y 1990, hay 18 comunidades religiosas reconocidas oficialmente. El jefe del Estado siempre es un cristiano maronita; el primer ministro, un musulmán suní; y el presidente del Parlamento, un chií. La religión también determina, a menudo, la identificación social y política.

En las protestas multitudinarias, durante la Revolución de los Cedros, los libaneses se manifestaron contra la ocupación siria, pero no pidieron un cambio de sistema político.

Más información: es.wikipedia.org