Los Budas de Bāmiyān fueron dos monumentales estatuas de Buda talladas a los lados de un acantilado en el valle de Bāmiyān, en Afganistán central, situado a 230 km al noroeste de Kabul, a una altura de 2500 metros sobre el nivel del mar. Lo más probable es que se construyeran en los siglos V o VI; las estatuas representaban una clásica mezcla del arte greco-budista.

Los cuerpos principales fueron esculpidos directamente en la roca arenisca, pero los detalles fueron modelados en barro mezclado con paja, bañado con estuco. Este baño, prácticamente gastado desde hace años, fue pintado para aumentar las expresiones de la cara, manos y cruces de las vestiduras.

Las partes más bajas de las estatuas, los brazos, fueron construidas con barro y paja para sostener las armaduras de madera. Se cree que las partes superiores de sus caras fueron hechas con grandes máscaras de madera, o moldes.

Cuando Mahmud de Ġaznī conquistó Afganistán en el siglo XII, los Budas y frescos fueron salvados de su destrucción. Aún, sobre estos años, los musulmanes, iconoclastas e intransigentes con los símbolos budistas, cortaron algunos detalles de las estatuas, en su mayor parte las características faciales y manos.

Sin embargo, en 2001, después de sobrevivir casi intactas durante 1 500 años, el régimen islámico talibán decidió que estas estatuas eran ídolos, y por tanto contrarias al Corán, ordenando así su destrucción. Las colosales estatuas fueron devastadas con dinamita y disparos desde tanques.

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