Okunoshima es una pequeña isla de 4 km de perímetro situada al suroeste de Japón, que acogió a una fábrica de armas químicas y que hoy está habitada por conejos.

La isla (Usagi Shima) o isla conejo pertenece a la ciudad de Takehara, cuenta con más de 1 000 conejos en libertad, mucho más que habitantes tiene la isla. Son bastante mansos y suelen rodear a todo aquel que se acerca con algo de comida.

Existen dos teorías respecto al origen de los conejos en esta isla, aunque ninguna ha sido comprobada.

La primera relata que hasta 1925 Okunoshima era una isla olvidada, habitada solo por familias de pescadores, pero todo esto cambió cuando el ejército imperial japonés decidió destinar este lugar para desarrollar un programa de investigación armamentista secreto con la intención de producir armas químicas. Después de 4 años ya tenían operativa la planta que llego a producir hasta 6 kilotones de gas lacrimógeno.

Los conejos sirvieron en su proyecto para probar como de letal era el gas producido. Al final de la guerra la planta cerró y los trabajadores liberaron a los últimos que quedaban con vida, los que comenzaron a reproducirse con el tiempo.

La segunda teoría relata que en 1971, un grupo de escolares que se encontraban de excursión en la isla, soltaron hasta 8 conejos antes de dejar la isla, estos luego comenzaron a proliferarse.

Hoy en día se puede encontrar las ruinas de la planta que fabricaba el gas, pero no se tiene acceso por factores de seguridad.

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