El Observatorio Pierre Auger, ubicado en la ciudad de Malargüe, Provincia de Mendoza, Argentina busca el origen de los llamados “rayos cósmicos". En este proyecto, participan 17 países y colaboran unos 350 científicos.

Es el más grande emprendimiento del mundo en su tipo y el primero en el mundo diseñado para estudiar rayos cósmicos de altas energías, ya que hay detectores de rayos cósmicos diseminados a través de 3.000 kms.2 en los campos vecinos a la ciudad para poder realizar un análisis de estas extrañas partículas que llegan a nuestro planeta. Desde el observatorio, se hace el seguimiento de las mismas y se analizan.

Algunos de estos rayos tienen energías anormalmente superiores a los que usualmente bombardean la Tierra y producen un efecto llamado lluvia cósmica.

Se ignora de qué tipo de partículas se trata, el lugar de origen y el mecanismo capaz de impartirles semejantes velocidades.

Los rayos cósmicos son muy abundantes, pero cuanto mayor es su energía, menor es su abundancia. De estos últimos: solo unos tres o cuatro por siglo impactan en cada km2 de la atmósfera terrestre haciendo muy difícil su detección.

La razón de su ubicación en Malargüe se debe al aire puro, a una superficie plana de 3.000 km2 ubicada entre los 1.200 y los 1.400 m.s.n.m. y los 35º de latitud Sur. En la actualidad se está construyendo un observatorio gemelo en el hemisferio Norte en Estados Unidos para así tener la totalidad del cielo cubierta.

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