El Castillo de Muiderslot, se encuentra apenas a 15 kilómetros de Ámsterdam. Éste es uno de los castillos medievales más conocidos de los Países Bajos.

Situado en el pintoresco pueblo de Muiden, el castillo ha sido restaurado y ahora es un museo nacional y está abierto al público durante todo el año. En su interior se pueden ver las salas como eran en el siglo XVII y se exponen en ellas las armaduras de época.

Sus dimensiones son relativamente pequeñas, mide 32 por 35 metros, con paredes de ladrillo de más de 1,5 metros de espesor y con un gran foso que lo rodeaba.

La historia de este castillo comienza con el conde Florencio V que construyó un castillo de piedra en la desembocadura del río Vecht en 1280, cuando obtuvo el control sobre un área que formaba parte de Utrecht.

El río Vecht era la ruta comercial hacia Utrecht, una de las ciudades comerciales más importantes de esa época y el castillo fue utilizado para exigir un peaje a los comerciantes.

En 1296, Floris fue apresado y encerrado en el castillo por sus propios nobles durante una cacería con halcones. Durante su huida ante las revueltas populares, Floris fue asesinado en Muiderberg de un modo terrible. Más de 300 años más tarde, Pieter Corneliszoon Hooft se instaló en el castillo.

Este ‘Shakespeare holandés’ ha sido el inquilino más célebre del castillo Muiderslot. En 1609 fue nombrado intendente y alguacil de Muiden y Gooiland, cargo que desempeñó durante casi 40 años hasta su muerte en 1647.

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