Como es ampliamente conocido, el clima portugués podría clasificarse como mediterráneo, debido a lo específico de su ubicación y su vecindad con el Océano Atlántico. Sin embargo el océano tiende a mantener la temperatura de la región un poco más baja de lo que debería ser.

Las tierras portuguesas son famosas por sus fascinantes días soleados, razón por lo que se conoce como el país más soleado de Europa y el que tiene más días de sol por año. Pero, a pesar de estas condiciones, las lluvias portuguesas son espesas y frías y el súbito cambio de un día soleado a uno con espesa lluvia es todo un reto para sus habitantes. Esta es la razón por la que a los portugueses se les permite faltar a su trabajo mientras dure la lluvia, y aunque no esté establecido por ley, existe la flexibilidad para poder llegar tarde al trabajo, sin que medie castigo alguno.

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