Orange Fiber, la primera start-up italiana que logra desarrollar un proceso industrial virtuoso y circular que le permite producir una fibra de altísima calidad y además sustentable a partir de cáscaras de naranja.

Un tejido que en un alto grado de pureza es similar a la seda que ya es usado por diseñadores de lujo en el competitivo mundo de la moda.

Esta iniciativa comenzó de la mano de las italianas Adriana Santanocito y Enrica Arena, en la ciudad de Catania. Este producto ya ha sido utilizado para el diseño de ropa por la marca de alta costura de Salvatore Ferragamano.

La planta extrae la fibra de celulosa de la cáscara de naranja y otros residuos a través del uso de reactivos químicos. Las fibras se transforman en hilo, usado para hacer un tejido biodegradable.

Cuando se usa en la forma más pura, los hilos pueden llegar a ser muy suaves. También son ligeros y pueden ser opacos o brillantes según los requerimientos de la prenda que se quiera fabricar.

Cada año, sólo en Italia, se generan miles de toneladas de residuos cítricos por parte de la industria de los zumos de frutas, es decir, sobrará la materia prima para fabricar todo el producto que se necesite.

Una materia prima que es gratis, ya que esos residuos ahora mismo generan gastos a las empresas. Orange Fiber, es la primera y única marca del mundo en producir un material patentado a partir de subproductos de zumos cítricos, con el propósito de crear telas de calidad, uniendo ética y estética.

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