El panda gigante (Ailuropoda melanoleuca) es una especie de mamífero del orden de los carnívoros y aunque hay una gran controversia al respecto, los últimos estudios de su ADN lo engloban entre los miembros de la familia de los osos (Ursidae), siendo el oso de anteojos su pariente más cercano, si bien este pertenece a la subfamilia de los tremarctinos.

El principal alimento del panda es el bambú (en torno al 99 % de su dieta), aunque también se alimenta de frutos, pequeños mamíferos, peces e insectos.​ Es un buen trepador, aunque rara vez se le ve en los árboles. Se adapta a la cautividad y gracias a su pelaje soporta fácilmente las condiciones invernales de su hábitat.

El primer registro evolutivo del panda data de entre el final del Plioceno y el comienzo del Pleistoceno. Algunos restos fósiles fueron encontrados en Birmania, Vietnam y en la porción oriental de China, llegando hasta Pekín al norte. Hoy en día las poblaciones de pandas se encuentran solamente en el suroeste de China.

Los esfuerzos para salvar la población de pandas gigantes han tenido tanto éxito que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cambió su estado de “en peligro” a “vulnerable” en 2016. La baja natalidad, la alta mortalidad infantil y la destrucción de su ambiente natural lo colocan bajo amenaza.

Actualmente se estima que hay 2 000 pandas gigantes viviendo en su entorno natural, como se ha mencionado, todos ellos en el suroeste de China.

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