Alrededor del mundo existen varios yacimientos de la piedra preciosa llamada Jade, donde algunas ciudades se sostienen económicamente a partir de su explotación; en el mes de octubre del 2016 fue encontrada la piedra de Jade más grande del mundo.

Al Norte de Birmania, también conocido como Myanmar, con dimensiones gigantescas, en la mina del estado de Kachin, se estima que el peso de esta gran piedra es de 174 toneladas, mide casi seis metros de largo y su valor monetario alcanza varios millones de dólares, logró ser desenterrada por unos mineros en el interior de una montaña a unos sesenta metros de profundidad.

El Jade se conforma por dos minerales distintos, la Jadeíta y la Nefrita, Myanmar es uno de los países donde se encuentran los mayores depósitos de Jadeíta en el mundo, luego la acompañan en menor cantidad, Guatemala, Canadá, Nueva Zelanda, China, Rusia, Japón y Kazajstán; en el caso de la Nefrita las minas están ubicadas en Taiwán, Brasil, Canadá, Rusia, Australia y Alaska.

La industria de jade es responsable de cerca de la mitad del Producto Interno del país. Fue descubierto hace 7.000 años. En la Prehistoria se utilizó para fabricar utensilios y armas, por ser un material muy duro.

Puede tener varios colores: verde, blanco, gris, negro, amarillo, naranja y violeta.

El devenir del jade birmano está ligado a la turbulenta historia de Kachin, país de exuberantes colinas y barrancos, que rozaba la frontera con Nagalandia, el estado sin ley del nordeste de India.

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