La piratería existente en las costas de Somalia ha sido una amenaza para el transporte marítimo internacional y la pesca en aguas somalíes desde la guerra civil iniciada en aquel país a principios de los años 1990. Desde 2005, varias organizaciones, incluyendo la Organización Marítima Internacional y el Programa Mundial de Alimentos, expresaron su preocupación ante el aumento de este tipo de actos.

Uno de los medios utilizados por la comunidad internacional para enfrentar esta situación fueron patrullas militares navales organizadas en la Operación Atalanta de la Unión Europea, la Operación Ocean Shield de la OTAN y la Task Force 150 de una coalición liderada por Estados Unidos, que operan en el golfo de Adén, el golfo de Omán, el mar Arábigo, el mar Rojo y el océano Índico. Los piratas somalíes, en su mayoría, con anterioridad se dedicaban a la pesca artesanal.

En 1990, tras la caída del dictador somalí Mohamed Siad Barre, Somalia se enfrentó a una fragmentación política y social así como una severa crisis económica. Si bien los actos de piratería en la región no eran nuevos,​ el estado caótico de Somalia en la década de 2000, al no contar con un gobierno central, sumado a la ubicación del país en el denominado Cuerno de África, fueron los factores que facilitaron el surgimiento de la piratería en aquel país.

Más información: es.wikipedia.org