"El jardín de las delicias" es una de las obras más famosas del pintor holandés Jheronimus Bosch, el Bosco (1450-1516) pintada al óleo sobre tabla, en torno a 1503, aunque no hay acuerdo sobre la fecha. Se trata de un tríptico de 220 cm × 389 cm, compuesto por una tabla central y dos laterales, pintadas por ambos lados, que se pueden cerrar sobre la central.

Se trata de una obra de gran contenido simbólico y moralizador, con diversas interpretaciones. El cuadro cerrado alude al tercer día de la creación, representando un globo terráqueo dentro de una esfera transparente. Al abrirse, el panel izquierdo muestra el paraíso y la creación de Adán y Eva; la central representa como la humanidad ha sucumbido al pecado, en especial a la lujuria, mostrando todo tipo de escenas eróticas, no solo entre humanos, sino también entre animales y plantas; la derecha ofrece un mundo onírico y opresivo, con numerosos elementos musicales, que simbolizaría la condena en el infierno.

La estructura de la obra también cuenta con un encuadre simbólico porque encierra el principio y el fin humano. El principio con el Génesis y el Paraíso en el lado izquierdo, el fin con el Infierno, a la derecha.

Considerada una de las obras más fascinantes, misteriosas y atrayentes de la historia del arte, fue adquirida por el rey Felipe II de España, gran admirador del pintor, y se envió al Monasterio de El Escorial en 1593. Desde 1939 forma parte de los fondos permanentes del Museo del Prado de Madrid.

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